Revolución, realidad, virtualización y naturaleza

Las últimas noticias que vienen desde el mundo árabe me tienen emocionado, parece que todavía se pueden hacer revoluciones. Lo que me hace mucha gracia es la relevancia que se da en los periódicos occidentales a las redes sociales en estas revoluciones, da un poco de risa ver estas noticias.

Parece que las redes tienen un importancia crucial en la realidad. Está claro que las redes forman parte de la realidad, tan 1.0 ella, pero no estoy muy seguro de que las redes, tan 2.0 y bonitas, afecten en las cosas importantes que se encuentran en la realidad tangible. Bien es cierto que los occidentales, tranquilos en nuestro sillón con tablet, podemos asomarnos a estas revoluciones, que al parecer si se restransmitió por la tele, que suceden el llamado mundo árabe.

Pero si nos paramos a pensar, ¿cuánta de esa gente tiene acceso a internet y lo usa? Un 80% de los egipcios no tiene acceso a internet. Por otro lado, en realidad cuánta gente hizo la revolución, parece que pasó toda en esa plaza, que no parecía tan grande... ¿miles de personas estaban allí? Egipto tienen 83 millones de personas... miles hicieron la revolución por ellos... pero las redes sirvieron para presionar a quienes toman las decisiones, occidente.

Aún así la revolución sigue siendo 1.0. Sin esa gente bregando en la plaza de Tahir, partiéndose la cara con los seguidores contratados de Mubarak, sin ellos nada de esto hubiera pasado. Pasando frío, violencia y penurias. Que sí, que los vídeos y fotos y toda la paraferlania en las redes fueron importantes. Pero si no pasa algo poco pudes subir, y lo que pasa es 1.0 a tope. La realidad, 1.0, se modifica con acciones 1.0.

Así que me hace mucha gracias como aquí en España la gente nos llenamos, me incluyo, la boca en twitter y blogs de mala baba pero al final todo desde la comodidad de nuestro sillón y nada de quedar para liarla. Porque ni a los egipcios ni a los libios ni a los tunecinos les están regalando nada. Es evidente que si te estás forrando vivo pues no vas a entregar la cuchara por las buenas. En España tenemos a Telefónica, con unos beneficios acojonantes, a Antena 3 y Telecinco igual, pero luego resulta que no hay dinero para pensiones o sueldos dignos. Claro, España es un paraíso fiscal, si no pagan las empresas no hay dinero por muchos impuestos que paguemos el vulgo. Ahora ya sabemos quien se queda con lo nuestro. Quién destruye el medio ambiente, quién nos lleva a un estado de necesidad ridícula con la abundancia que hay. El 2% de la población tiene el 50% de la riqueza.

Así que si queremos que algo cambie, más vale de dejemos nuestro sillón y nuestro ordenador y vayamos a hacer algo porque aunque no tengamos dictadores del tipo clásico, Mubarak, Franco, etc, tenemos la dictadura del dinero, del mercado, de la economía. No nos conformemos con quejarnos on-line, no dejemos que nos engañen con la importancia de las redes. ¡Liberación ya copón!

Ah, antes de que se me olvide. Esto de la virtualización esta bien, pero nada se compara a darse un paseo por el campo de verdad, con sus olores, sus sonidos, sus matices de colores y lo más difícil de imitar, esa sensación de paz, de pertener a algo más grande que te hace sentir pequeño, pero bien, alimento para el alma. Dejemos un poco el mundo 2.0 y vivamos en la realidad 1.0, sé que es más casposa a veces pero merece la pena.

Para acabar un clásico de los Celtas Cortos en directo con Rosendo, Tranquilo majete en tu sillón, pues eso.