martes, 20 de abril de 2010

Forma y función de la ciudad


El otro día, mientras esperaba el bus, me vinieron a la cabeza un montón de ideas: buses, transporte público, coches, bicis, carriles bici, ciudades dormitorio y ordenación del territorio. Si, me vienen a la cabeza expresiones como ordenación del territorio, deformación profesional.

Total, que de este cañonazo, empecé a entresacar y el hilo fue el siguiente. Valladolid ha crecido mucho ultimamente, han aparecido ciudades dormitorio y barrios fuera, todos de pisos y "chaletes", que ocupan más y desparraman la ciudad. Como Los Ángeles, la ciudad más desparramada del mundo mundial, todo casas bajas, y claro, todo el mundo se queja de que hay que usar el coche para ir a cualquier lado, casi como cualquier ciudad americana. Pero claro, se lo podían permitir con un petróleo bajo y abundante... así que la forma de la ciudad determinaba su función, o como se usa, es decir en coche, y se retroalimenta, porque luego aparecen centros comerciales para esas ciudades dormitorio y hace que cojas más el coche, etc...

Y estas ciudades desparramadas, más propias del mundo anglosajón se nos están pegando como un virus. Pero claro, estaban hechas para un petróleo abundamente y barato, y eso se acaba, el famoso peak oil ya ha llegado o le falta nada. Además estas ciudades complican mucho los transportes públicos ya que se vuelven ineficaces al tener que recorrer mucho sitio y llegar a pocos lados, son líneas, literalmente, en un plano. Eso hace que cojas más el coche. Mientras la contaminación crece y crece.

¿Por qué todo este hilo de pensamiento? Pues porque el bus tarda demasiado en llegar en Valladolid, porque cada vez más gente coge el coche porque vive en Arroyo, Pinar de Jalón, etc y no hay transporte público, y según nuestro ínclito alcalde, una área metropolitana es un gasto excesivo. Porque en vez de gastarse la pasta de los impuestos en eso y en salud se gasta en decenas, literalmente de aparcamientos en el centro, y una ciudad que permite moverse muy bien en bici no tiene carril bici.

Nos falta un palabro, no me olvido, ordenación del territorio. Está claro que no se puede planificar todo, pero si darle una orientación. Esa tendenca retroalimentada de forma y función la puede romper el ayuntamiento con dinero, leyes y decisiones valientes, pero no hay voluntad. Se deja una ciudad desparramada porque mandar es de comunistas, desde el PP la postura sobre la bici es que es para recreo, no un medio de transporte, y los aparcamientos florecen, aunque sean ilegales. Ahora, concursos de pinchos pagados con nuestro dinero no faltan.

Con esa política la forma de la ciudad de Valladolid es una forma del pasado, dependiente del petróleo, o de mucha energía para moverse (la energía de los coches elétricos de algún sitio viene), contaminada y ruidosa. Y lo malo es que las ciudades no son de plastilina, no se pueden modificar facilmente una vez hecha la forma, solo queda aguantar. Estamos en un momento clave para Valladolid. "Formarnos y funcionar" para el futuro, o cometer los errores de otros.

jueves, 15 de abril de 2010

Las señoras del Corte Inglés

True story. Ayer mientras me dirigía a casa de Irene y, en un ataque de compulsión, decidí ir a comprar el tomo 6 de Sandman, una serie muy buena de Neil Gaiman que yo recomiendo a todo el mundo, a pesar de que había decidido no comprarme el tomo hasta el mes que viene, por ahorrar.


Total, que me dirijo a mi proveedor habitual de drogas en forma de comic y allí descubre, ¡oh desesperación! campos de soledad, mustios collados, que precisamente ese tomo está sucio y tiene un celo en la parte de abajo porque está un poco roto. Esto para un comprador de comics es intolerable, así que cabizbajo me retiro.


Pero en otro ataque de compulsión me doy cuenta de que hay otra tienda de comics, a la que no suelo ir, y que pilla acerca así que decido acercame, a pesar de que estaba casi seguro de que no lo tendrían. Y allí me compro 26 pavos en comics a pesar de que el tomo que iba a pillar originalmente valía 20.

Y ahí me di cuenta. Me había convertido en una de esas señoras frustradas e infelices que van todos los días de compras, señoras que tiene problemas con su vida y su día a día y que se anestesian con esas compras y que se quejan de que cierren los domingos porque pierden su droga. Droga porque en ese bajón vital, en vez de encarar los problemas, afrontarlos y superarlos, te ves desbordado y esa compra, esa posesión de objetos nuevo te da un subidón breve que te alivia brevemente. Pero los problemas siguen ahí. Yo caí en esa misma situación. Agobiado por diferentes historias compré dos comics (muy buenos por otro lado), que no necesitaba ni me planteaba.



Ese es el triunfo del consumismo, del despilfarro, de la basura y la contaminación, del aire sucio y las alergias, de la comida que no sabe a nada y de la destrucción de la naturaleza. Todos caemos, todos podemos levantarnos, el camino es duro, pero no hay prisa, no hay prisa...