martes, 21 de septiembre de 2010

De Neo y las chonis


Pues si, pues si. Iba yo tranquilamente en el fabuloso transporte público de Valladolid, es decir, en el bus, cuando oí hablar a unas chonis, y una de ellas le comentaba a la otra, lo bueno que ESTABA tal chico. Y de repente tuve un revelación o epifanía. Afortunadamente no tuve que caerme del bus como cierto recaudador de impuestos, pero no estuvo mal. Ahora cada vez es más importante ESTAR bueno que SER bueno, la fachada antes que la sustancia, lo cual se relacionaba directamente con el libro "Ser o Tener" del amigo Erich Fromm, libro más que recomendable y aquí comentado. Así, la deformación de la sociedad había deformado el lenguaje.

Efectivamente, el lenguaje cambia la sociedad, el mundo, y el mundo acaba modificicando el lenguaje en una retroalimentación constante, por eso cuando se dice que las palabras pueden cambiar el mundo no es en vano. Ese lenguaje surge de nuestra materia gris y lo que allí cocinemos y expresemos en palabras puede modifica la realidad, como hacía el tal Neo en matrix, donde la realidad estaba hecha de palabras, de un lenguaje y él finalmente lo veía, lo entendía y lo cambiaba.

Por eso cuando oigo decir a los políticos y demas personajillos que éste es el mejor mundo en que podemos vivir, que no se puede mejorar, que no hay que tocar nada, que qué suerte tenemos, me inquieta, pero cuando oigo a la gente de la calle(la de verdad, no a Belén), repitiendo como ecos alienados esa misma milonga, entonces tengo miedo. Nosotros mismos nos ponemos las barreras, barreras mentales para mejorar el mundo, otro mundo es posible si lo pensamos y lo hablamos, si no, ese edificio que intenta saltar Neo en matrix jamás será posible que lo saltemos y no podremos salvar a este mundo moribundo y acosado por las máquinas, en este caso las empresas, esos animales perfectos y que son ahora la punta de la pirámide en el ecosistema. Piensa un mundo diferente, rompe las barreras, salta Neo, ¡salta!